En el marco de la presentación del Estudio de Regulación Comparada de COPAPROSE ante la Federación Interamericana de Empresas de Seguros (FIDES) y la Asociación de Supervisores de Seguros de América Latina (ASSAL), a mediados de septiembre de 2024, Marvin Umaña Blanco, coordinador del Comité Jurídico de COPAPROSE, enfatizó la importancia de modernizar y armonizar las medidas de prevención del lavado de dinero, el financiamiento del terrorismo y el gobierno corporativo en el sector asegurador de América Latina.
Durante su intervención, Umaña destacó que, aunque los países de la región comparten objetivos comunes en cuanto al fortalecimiento del sector, existen desigualdades significativas en la aplicación de las regulaciones. Esto ha creado una brecha regulatoria que afecta la competitividad y aumenta los costos operativos para los Productores Asesores de Seguros y Aseguradoras, lo que repercute directamente en los consumidores.
«El estudio reveló que, en varios países, las regulaciones aplicables a los Productores Asesores de Seguros son desproporcionadas en comparación con el nivel de riesgo que manejan», señaló Umaña. «Esto genera duplicidad de funciones entre los Productores Asesores de Seguros y las aseguradoras, encareciendo los productos y dificultando la inclusión de nuevos participantes en el mercado, especialmente en líneas de seguros más pequeñas o especializadas».
Además, Umaña subrayó la importancia de adoptar un enfoque más flexible y adaptado al contexto local. En países desarrollados como España y el Reino Unido, las regulaciones en materia de lavado de dinero se aplican de manera diferenciada según el tipo de seguro, particularmente en los seguros de vida con capitalización o inversión. Una práctica similar se sigue en algunos países de América Latina, como Argentina y Uruguay. Sin embargo, en otras naciones de la región, se exigen los mismos requisitos a todo tipo de productos aseguradores, lo que crea una carga administrativa innecesaria.
También hizo un llamado a las autoridades regulatorias para que reconsideren el papel de los Productores Asesores de Seguros, quienes, por naturaleza, no aceptan riesgos, pero que actualmente se ven obligados a cumplir con un marco regulatorio que no se ajusta a su función.
«El seguro es una herramienta financiera clave para mitigar riesgos en una de las regiones más expuestas a desastres naturales, pero si seguimos imponiendo regulaciones excesivas, dificultamos su acceso y afectamos la capacidad del sector para cerrar la brecha de protección», afirmó.
COPAPROSE hizo énfasis en la necesidad de revisar y actualizar los marcos regulatorios en colaboración con organismos supervisores y autoridades internacionales, con el fin de fomentar la proporcionalidad y la coherencia en la regulación. Umaña concluyó resaltando que la clave para mejorar la competitividad del sector asegurador en América Latina radica en simplificar la burocracia sin comprometer los objetivos de prevención y transparencia.
El término Productores Asesores de Seguros comprende todos aquellos mediadores de seguros, personas naturales o jurídicas, que en las diversas jurisdicciones de América Latina, España o Portugal se clasifican como: Agentes de Seguros, Corredores de Seguros, Asesores Productores de Seguros, Profesionales Asesores de Seguros.
El estudio de COPAPROSE abarca también áreas como el comercio digital de seguros y gobierno corporativo, y cuenta con la participación de 16 países. La presentación de los resultados del estudio continúa en curso, con la perspectiva de ampliar su alcance y profundizar en las recomendaciones para mejorar la supervisión y regulación en el sector.